last summer day

Que lástima que lástima, que el verano se nos muere, así de rapido, cómo el abrir y cerrar de unas pinzas.

Bueno de echo según el hombre del tiempo de la dos,

ya está más que muerto.

Y ahora a empezar la asquerosa pero necesaria rutina;
curso nuevo, libros nuevos, gente nueva (y no tan nueva) y toda esa parafernalia.

Y me pondria a hacer balance de todo lo que ha sido este verano y tal y tal,

pero ahora no me apetece.

Solo diré, que he tenido un verano variado.

Y que pese a todos los barullos de estos últimos días,

he aprendido mucho de todo ello.