jueves, 23 de octubre de 2008

diecinueve

con viento del este hiciste una cama,
soplaste sobre ella para templarla
y con el murmullo de tu voz de agua me cantabas nanas sin letra.
y dormíamos tan juntos que amanecíamos siameses.
y medíamos el tiempo en latidos.
y en tus dedos yo tocaba mis canciones, dedos de teclas de celesta.
y tu pulso tamborileaba en mis sienes y muñecas como diminutas patas de ciempiés.
y nos repartíamos los labios y los dientes y el hipo, y del alfabeto, las impares.
y en tus dedos yo tocaba mis canciones, dedos de teclas de celesta.


1 comentario:

Mark Starr dijo...

ese ojo parece egipcioso
ka guay
X)
si me he hecho un blog
ya me pasare por aqui valens caramen? :]